Diego de Aedo و 5 يوليو 1608

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الأحداث

23 يناير 1585 اللقب المميّز: Agrigento, Sicilia, Obispo

14 أغسطس 1589 اللقب المميّز: Palermo, Sicilia, Arzobispo

5 يوليو 1608 الوفاة: Palermo

ملاحظات

Fundó en lo que fue Torre de Ahedo, en el lugar de Aedo, valle de Carranza, Encartaciones de Vizcaya el Colegio de San Lorenzo, esta torre perteneció al linaje de Aedo y probablemente fue el lugar de su nacimiento en la primera mitad del siglo XVI.

Ordenado sacerdote, fue inquisidor en Valencia y Aragón. Pasado a la Inquisición siciliana (1577), pronto comenzó a hacerse notar por la fuerza con la que defendía los privilegios jurisdiccionales del Santo Oficio, gravemente amenazado por el virrey M. A. Colonna. En 1578 estallaron los primeros incidentes entre Aedo. y Colonna, por algunos oficiales y familiares del Santo Oficio que habían sido detenidos bajo el cargo de cometer delitos comunes. Aedo, protestó en Madrid con diversas consultas (de 8 de enero de 1578, 4 de agosto de 1578, etc.), pero Colonna logró ganarlo, obteniendo la aprobación de su obra por parte de Madrid. En agosto de 1579 otro miembro de la familia del Santo Oficio fue arrestado por las razones habituales, y Aedo excomulgó en dos ocasiones a uno de los colaboradores más confiables del virrey, el juez de la Real Gran Audiencia, G. F. Rao, quien se había negado a entregar al familiar acusado. Ahi tampoco pudo conseguirlo esta vez. De hecho, Colonna hizo que Rao fuera absuelto por la Corte de la Real Monarquía. Mientras tanto, poco después, el obispo de Cefalù, Ottaviano Preconio, entregó a otro familiar del Santo Oficio, detenido por delitos cometidos en su diócesis, a Rao. Bajo la impresión de este nuevo golpe a su autoridad, Aedo envió a Madrid una durisima acusación (fechada el 4 de septiembre de 1579) contra Preconio, retratándolo casi como un hereje. Luego volvió a atacar directamente a Colonna con el inquisidor general español, acusándolo, con violencia, de querer el saqueo total del Santo Oficio en Sicilia. Esta vez Aedo, debía recibir seguridades precisas de Madrid de una intervención decisiva del soberano contra Colonna, en los primeros meses de 1580 enviaba una circular a todos los oficiales y familiares del Santo Oficio en la isla, anunciando importantes noticias sobre el temible virrey. Mientras tanto, creyendo que había llegado el momento adecuado para dar el golpe de gracia a Colonna, el 1 de marzo de 1580 envió secretamente a Felipe II, con un enviado extraordinario, un largo y hábil memorial (documento fundamental para la historia de la Inquisición siciliana), en la que insinuaba, entre otras cosas, que la lucha de Colonna contra el Santo Oficio (único y verdadero baluarte de la dominación española en la isla) estaba vinculada a un elaborado plan destinado a restar, de acuerdo con los príncipes italianos y con los círculos de la Curia en particular, Sicilia a la corona española. Las acusaciones de Aedo, si no fueron tomadas literalmente en Madrid, sin embargo tuvieron un peso considerable para la conclusión de la Concordia entre el Concilio de la Inquisición y el Concilio de Italia, aprobada por Felipe II en Badajoz el 4 de julio de 1580. con lo cual los privilegios jurisdiccionales del Santo Oficio fueron plenamente confirmados y extendidos, en detrimento neto de la autoridad civil. AHÍ. así consiguió que la autoridad del Santo Oficio prevaleciera sobre la civil en Sicilia. Sin embargo, a pesar de todas sus insinuaciones altamente hábiles, no logró obtener la expulsión de Colonna de Sicilia. Sintiéndose seguro, comenzó de nuevo a atraer a los nobles al foro del Santo Oficio, sacándolos de la jurisdicción de los tribunales civiles. Esta política de la Inquisición no pudo dejar de despertar, a la larga, la reacción de Colonna, quien advirtió claramente del grave peligro que representaba la alianza entre el Santo Oficio y el baronage para la estabilidad y eficacia del poder virreinal. Un año después de Concordia, en julio de 1581, estalló otro incidente con el virrey, que había detenido a un noble, pariente del Santo Oficio. Ahi envió un consejo a Madrid acusando a Colonna de haber vuelto, a pesar de la Concordia de 1580, a la vieja política de depreciación del Santo Oficio. La pregunta se prolongó durante mucho tiempo, pero se desconoce su conclusión. Es un hecho, sin embargo, que en octubre de 1582 llegó a Palermo el visitador general G. Bravo de Sotomayor, quien, en perfecto acuerdo con el autor, comenzó a atacar a los colaboradores más confiables del virrey y luego al propio Colonna. , con la intención de obligarlo a abandonar Sicilia. Que al final lo consiguió a la perfección. De hecho, en mayo de 1584, Colonna se embarcó para España. Ahi. obtuvo así la victoria completa, y como recompensa por sus méritos inquisitoriales, el 23 de enero. 1585, fue nombrado por Felipe II obispo de Agrigento, y después el 14 ag. 1589, arzobispo de Palermo. En esta nueva posición, el viejo inquisidor no dudó en intervenir decisivamente, varias veces, en apoyo del poder civil, contra el Santo Oficio. El 3 de abril. 1599, de hecho, surgió uno de los conflictos jurisdiccionales habituales entre el Tribunal del Santo Oficio y el Gran Tribunal Real, Aedo absolvió al Gran Tribunal Real de la excomunión del Santo Oficio. Luego hizo lo mismo en agosto de 1602, provocando la excomunión del Santo Oficio y el interdicto en toda la diócesis, a lo que reaccionó lanzando el interdicto contra el Santo Tribunal.

Murió en Palermo el 5 de julio de 1608.

Roberto Zapperi - Dizionario Biografico degli Italiani - Volume 1 (1960).

Bibl.: C. A. Garufi, Contributo alla storia dell'inquisizione di Sicilia nei secc. XVI e XVII, Palermo 1920, pp. 234-324, 378-387; G. van Gulik-C. Eubel, Hierarchia catholica..., III, Monasterii 1923, pp. 99, 269; H. G. Koenigsberger, The government of Sicily under Philip II of Spain, London 1951, pp. 165, 167-169.

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